viernes, 21 de diciembre de 2012

38 días

Pocos días antes de volverme a Sevilla por las vacaciones de Navidad entro en el Correos italiano para enviarle una carta a un amigo mío. Dentro hay una tienda donde, entre otras cosas, se venden imanes para frigoríficos. Algo aparentemente bastante inútil. Mientras espero mi turno aburrido, me da por fijarme en los mensajes que contienen, y sorprendido leo uno que me llama la atención:

Sempre che mi chiedono per la mia età, non posso dirla con correttezza...cambia ogni giorno (Siempre que me preguntan por mi edad, no puedo decirla correctamente...cambia todos los días)

Después de esto, es lógico que muchos penséis "Santi se emociona con cualquier cosa" ó "que le tenga que hacer reflexionar sobre eso un maldito imán para frigorífico..." Pues qué le vamos a hacer, estaba en mis últimos días antes de volverme a España por más de un mes y el "espíritu navideño" estaría latente en Correos. Y ahora me pilláis recién aterrizado en Sevilla.

En las pocas horas que llevo aquí he podido apreciar que en estas épocas se dan siempre las mismas noticias (quitando la que se refiere al hecho de que hace mucho tiempo unos señores decidieron parar su calendario el 21 de diciembre de 2012). La Lotería de Navidad, las compras navideñas, las diversas opciones de ocio para fin de año, lo caras que están las gulas y las gambas en el mercado, los niños que entran en el salón y abren los regalos de Reyes...el espíritu navideño que estaba en hibernación sale de su letargo y vuelve a inundar calles con luces, olor a castañas asadas y belenes.

Y junto con él, también salen de su letargo las ganas que tenemos todos de celebrar la vida y pasarlo en grande. En vez de sentirnos tristes por pensar que un año se ha acabado y no se volverá a repetir nunca jamás, celebramos que otro año comienza. Optimismo, que dirían algunos. Yo prefiero llamarlo falta de memoria.

Sí, porque parece que tengan que llegar los fines de años, las fiestas del verano, nuestros cumpleaños, la Feria de Abril o Semana Santa, para que recordemos que "joder, estamos aquí, la vida son dos días y hay que aprovecharla al máximo". Y quizá la culpa la tenga el hecho de que contamos nuestra edad por años. Como bien rezaba el imán, no es lo mismo que yo diga que tengo 23 años y unos meses que diga que tengo, aproximadamente, 8.617 días. La concepción de la vida cambia. Y sobre todo si me pongo a pensar en que me quedan aquí, si seguimos estadísticas y tengo suerte, unos 20.948 días de ella.

Pero tranquilos, esta entrada no quería que fuera para ponerme pesimista y triste y agobiaros a vosotros haciéndoos calcular los días restantes que os quedan en la Tierra. Todo lo contrario.

Llevo 91 días en Pavía. Y parecen muchos más. He viajado, he conocido gente, he bebido, he estudiado, he unido las noches con las mañanas, he fumado, he besado, he abrazo, he reído y aún no he llorado, pero tiempo al tiempo. Y todo en un modo tan intenso que cada día parece más cierta la afirmación que hizo un amigo mío: "el Erasmus es un paréntesis en tu vida donde parece que aprovechas el tiempo 10 veces más de lo que lo hacías antes".

Fuera del Erasmus, tengo una vida increíble: una familia que me quiere, amigos a patadas dispuestos a darme un sincero abrazo cuando me ven de vuelta, salud, dinero más que suficiente, estudios, suerte prácticamente en todo lo que he hecho. Y sobre todo una actitud de atesorar el tiempo que comparto con muchos de los que están a mi alrededor. Pero parece que el Erasmus exprime al máximo el concepto del tempus fugit por aquello de que dura lo que dura y en el paréntesis que definió mi amigo crea una atmósfera de juventud eterna que parece que nunca se va a acabar. Pero se acaba, chavales, se acaba.

Así que me gustaría que algunos de los que estáis leyendo estas líneas tengáis presentes que, por mi parte, tengo 38 días en Sevilla para disfrutar de vosotros. Y después volveré a Pavía donde os pido a otros por favor (aunque sé que no hace falta) que aprovechemos juntos cada uno de esos días, dándonos la sensación de que todos aportaron algo y ayudaron a que no tuviéramos que contar los que nos quedaban allí.

Yo pienso ayudar a ello. 


miércoles, 12 de diciembre de 2012

Allontanarsi dalla linea gialla


Después de dejar esta pancarta en Pavía (quien necesite explicación por si no se imagina algo ya, que revise mi Facebook o en su defecto me pregunte directamente), dormir unas dos horas escasas porque sólo a mí se me ocurre salir en plan destroyer el día de antes de un viaje, continuar mi proyecto de pagarle la Universidad a los hijos del propietario del Burger King de Milano Centrale, y coger un tren de 3 horas, llego a Bologna. 

Pablo me lleva a su casa, muy cerca de la estación: menudo kely. Vive con un italiano del sur bastante tranquilo (como esto es público me ahorraré otro tipo de comentarios). Pablo me empieza a devolver los cuidados que le presté en Pavía en forma de almuerzo y me deja que me duerma una siesta tranquilo mientras él va a clase. Cuando suena el despertador me acuerdo de Vasallo y la hora en que decidió venirse aquí, pero como buen colega que soy lo voy a recoger a la estación. Una vez reunido "el Tridente", nos vamos a dar una vuelta donde empiezo a conocer los 7 secretos de la ciudad. GRANDE. 

Por la noche, y después de haber alumbrado la vida de Pablo con el vídeo del "Pulcino Pio" que no conocía, nos lleva con otros amigos a cenar a una pizzería. ¿Cenar? Perdón quise decir CEBAR. Cuando me traen la mía me atraganto con el agua y le digo al camarero que se han equivocao, que yo pedí una de tamaño normal, no XXXXL. La mira, me mira, y dándome una palmada mental en el hombro me dijo "chaval, ésta es la normal":


"Al menos con lo que hemos comido no va a haber Dios que nos emborrache". Mientras pienso esto, me tapan los ojos. Toco pelo largo detrás mía, me giro y la veo: Alessandra Liberti. Y Alice Fiorini. (((Dos italianas que estuvieron de Erasmus el año pasado en Sevilla))) MALDITO PABLO Y LA SORPRESA QUE ME HA DADO. Pos nada, habrá que intentar emborracharlas a ellas. MISSION FAILED, pero al menos podemos decir que nos echaron de la casa de unos amigos de Pablo los vecinos diciendo "OLA K ASE" por estar demasiados bebiendo y que desfasamos bailando el Gangnam Style en una discoteca.


No será el mirador de Florencia, pero tiene su encanto. Concluimos de ver en la mañana del viernes los 7 secretos de la ciudad (me han enamorao) y comemos unos gnocchis en casa de Pablo que prometo plagiar.  La tarde es tranquila hasta que nos da por poner EL MALDITO MEJOR HIMNO DE LA HISTORIA: NO VEAS CÓMO LO PARTE EL PP. Dramatización no incluida por querer seguir teniendo vida social, pero creedme: ES ÉPICA. Por la noche, después de beber en casa de unos desconocidos, los cuales tenían unas luces navideño-epilépticas-del-demonio, nos encaminamos a una discoteca. Alguien abre la puerta del portal y recibe un bolazo de nieve. AFIRMATIVO: HA NEVADO A JIERRO. ESTO ES LA JODIDA GUERRA. 

No hubo muertos pero casi. La discoteca se llamaba "Corto Maltese" y me enamoró. El DJ era de Tomares (o eso recuerdo) y la música era literalmente LA OSTIA. Vale que si la ponen en España me vendría arriba aunque de un modo moderado. Pero claro, te la ponen en Italia y que nadie se me ponga por delante que lo parto tó: reggaeton, Ska-p, Mago de Oz, peticiones de música española variada, etc. Apoteósico. 

El sábado nos damos más margen para dormir y apenas si salimos de casa. Además hace un frío del carajo y aún hay nieve, así que encontramos el último vídeo definitivo, patrocinado por Trenitalia y la mítica grabación que todo ser que se precie y haya viajado en tren por aquí habrá oído: 



Después de comernos la tremendísima cena que nos prepara Vito (una amiga de Pablo) salimos. La casa a la que vamos a beber...bueno, digamos que antes de que se convierta en un Project X en toda regla la Policía llega y observa impertérrita como tardamos en desalojarla 30 minutos. Allí salía pipol hasta del techo. 2 de 3 noches desalojados, misión de reventar Bologna cumplida. Del resto de la noche destacaré que nos pusieron unos macarrones en la discoteca a las 3 de la mañana los cuales "el Tridente" engulló como si llevásemos décadas sin probar bocado. PUTOS GORDOS.

P.D: gracias a Pablo por acogernos en su morada y gastarse el taco por nosotros. A Vasallo por dar la talla como siempre. Y a todos los amigos de Pablo en Bolonia que son unos carsaos de la vida, pero que no se olviden que ME PRENDAN QUESTA. 

lunes, 10 de diciembre de 2012

Torino sin premio


Así soy recibido en la estación de tren de Turín.

Mis bellissimas niñas italianas, Giulia e Ilaria, me vienen a recoger con una pancarta que no augura un mal fin de semana. Como en plan GORDO me había comido un menú del Burger para desayunar en Milán, no me hace falta almorzar, y maleta en mano me dan una vuelta por la ciudad. Mu bonito tó. 

Giulia se quiere hacer un tatuaje de la madeja del símbolo de Sevilla (se ve que le dejó marcada, si es que mi Sevilla es mucha Sevilla) y la acompañamos al sitio correspondiente. Mientras saludamos al colega que le va a hacer el tatuaje, nos dice en voz baja cual mala cotilla que nos asomemos un momento que está un atleta del equipo olímpico de natación. Si sería de verdad o no, no lo sé, pero espero que no pensara "vaya tío maricón" al ver mi cara cuando de repente salió del baño sin camiseta. 

Después de hacer el descubrimiento del mes, el café marrocchino (sin premio) con Nutella untada en los bordes del vaso (((cara de Homer Simpson baboso))), nos vamos a casa de Giulia a relajarnos antes de la fiesta. Vive con un siciliano tó güena gente y otra chica que llega el domingo y que por azares del destino conoceré ese día y me enamoraré. Nos han invitado a ir a casa de uno de sus amigos a cenar y tomar algo, y a ello se nos une la otra Ilaria (habrá pocas Ilarias en Italia y yo las conozco a todas). Antes de llegar a esa casa recogemos en Piazza Vittorio a Pablo, que por fin el mamón no está malo. Una vez terminado de asustar a sus amigos con las desfachateces que gritamos al vernos (en verdad dudo que se asustaran, si conocen medianamente a Pablo...), nos vamos a la casa esa donde todo lo resumiré con una foto:


Como Pablo está en Turín por un viaje organizado con su Asociación Erasmus de Bologna y no es plan de dejar a sus amigos sin su presencia (y especialmente sin la mía, ya que estamos en la misma ciudad... #Humildat), nos vamos a terminar la botella de Pampero al botellón que tienen montado en la calle. Después nos vamos a una discoteca de allí cerca donde una tal Victoria (alias Vito) tira deliberadamente de mí y hace que nos caigamos de espalda en medio de la discoteca. Muy buena presentación en sociedad a los amigos de Pablo en Bologna. Quiero agradecer profundamente desde aquí a Vito su ayuda. Cerramos la noche en otra discoteca donde haciéndonos pasar por españoles (mmmm sí, un poco raro, me tuve que hacer pasar por un Erasmus español que no tenía ni papa de italiano, y lo mismo las italianas) conseguimos entrar sin pagar. Buena música, se notaba que la ponían acorde a los cientos de Erasmus españoles que había allí metíos. 

Y llegó el sábado. Momento en que dejo la casa de Giulia para irme a la de Sofia, chica portuguesa que conocí en Siena y que está en Turín ahora por 6 meses. Vive en un piso en el centro donde convive con el ciento y la madre de peña, entre ellos con una chavala de 30 y pocos años, china, y con dos niños. Sin sentido. Sobra decir que la madre es la primera en pegarse unas juergas padres considerables, y en llevarse de vez en cuando los niños a la fiesta. Aro que sí, mu wena educasión pá esos niños. 

Y llegó el sábado noche. Sofia me había avisado que había una fiesta tremenda por la noche, pero se ve que o no me la explicó bien o el alcohol está borrando mi capacidad de atención. Pago 15 euros, me llevan en coche a una casa en el campo...y comienza la "American Party". 

Seguramente todos hemos visto la típica película americana donde un jipi que nadie conoce ha abierto las puertas de su casa de dos pisos y con jardín (piscina también si estamos ante el nivel Premium), hay un tal John que quiere perder esa noche la virginidad con una tal Jessika, y hay un gordo borracho que termina por ser el alma de la fiesta y por ligar más que el chulito del capitán del equipo del insti de fútbol americano. Pues yo ya puedo decir que he estado en una parecida. 

Cuando menos gente hay al principio de todo me dan de comer, y luego la casa se prepara. Altavoces industriales, mesa de DJ, barra en la cocina donde unos encargados te dan de beber lo que le pidas hasta que termina la fiesta, portero para controlar los desfases, guardarropa improvisado, segunda planta sólo para VIP's (donde por cierto entré porque yo soy así, un carsao). La cosa viene a desmadrarse cuando llegan a la casa las 300 personas que estaban calculadas que iban a venir. Mae mía, loco. Project X. Concursos de beber cerveza con embudos y gafas de buceo, gente que va grabando vídeos profesionales rollo Tomorrowland, pistolas de agua con bebidas espirituosas, mucha música, máquina de humo, y nos dan las 6 de la mañana. Cuando me voy de la casa el último, por allí parece que hubiera pasado un tornado borracho. 

A la mañana siguiente lo que queda de mí abandona Torino (SIN PREMIO) sin haber hecho mucho turismo, con ganas de volver, teniendo que hacer una visita express a casa de Giulia a recoger mi cargador olvidado, con un jersey menos (se me va la pinza) y con unas ganas locas de que me vuelvan a invitar a un fiestón como el del sábado. 

martes, 20 de noviembre de 2012

My generation

Mientras muere el día en que se cumplen dos meses desde que llegué a Pavía, me da por releer una noticia que me dejó hace unas semanas bastante impactado. 

Seguramente todos, y sobre todo porque ni siquiera ha pasado un mes, recordéis la noticia de las chicas muertas en la fiesta de Halloween en el Madrid Arena. Leí varios artículos al respecto, y sobre todo alguna que otra editorial que me dejó un tanto perplejo. En ellas algunos periodistas descargaban su ira, seguramente por no haberla metido el día anterior. Frases como "es que claro, los jóvenes de hoy en día ya no saben divertirse", ó "menudo futuro le espera a España si las futuras generaciones son así" era lo más bonito que se decía sobre mi generación.

A los pocos días de leer a estas eminencias y de que Botella (que espero que reciba un merecidísimo Premio Nobel algún día) prohibiera eventos del estilo en recintos municipales, saltó una noticia en la red que espero leyeran los superdotados de aquellos periodistas tan pesimistas con mi generación. Begoña, una chica de 20 años que se encontraba en la fiesta y que empezó a ser aplastada por la gente, fue salvada por un chico anónimo que no tenía nada mejor que hacer que jugarse su vida y abrirle hueco para que pudiera respirar. 

Muchos se quedarían atónitos leyendo esto. ¿Un chaval joven? ¿Haciendo algo diferente a beber, fumar y salir de fiesta? ¿Preocupándose desinteresadamente por una vida ajena y sin querer ganar protagonismo luego? Algunos debieron de quedarse flipando. Y cuando leyeron la noticia de Malala en Pakistán, ¿qué pensarían? "Deja de quedarte conmigo, esa noticia tiene que ser mentira". 

Mentira o no, el caso es que como miembro de una generación que recibe palos por todos lados (como todas lo habrán hecho, claro está), quiero hacer una declaración a favor, no ya del futuro que daremos (pues no puedo tampoco poner la mano en el fuego por el mañana), sino por el presente que muchos de los que tengo la suerte de rodearme están otorgando. 

Estoy pasando mi segundo año en el extranjero y gracias a ello he conocido jóvenes no ya sólo que no son ninis, sino que trabajan y estudian al mismo tiempo. Además interesados en política y asiduos en manifestaciones diversas. Afectados por los problemas sociales de su entorno. Personas que con mi edad ya han estado de voluntariado más de una y dos veces. Amantes del cine y asiduos lectores. Viajeros y aventureros. Poetas. Escritores. Pintores. Genios y artistas de cualquier instrumento. Estudiantes de todo matrículas. 

Pero sobre todo he conocido buenas personas. Independientemente de su expediente o su cociente intelectual, son personas que se preocupan por los que están a su alrededor. Que organizan fiestas sorpresas de cumpleaños sólo por ver sonreír al homenajeado. Que te llaman simplemente por saber dónde estás y si pueden pasar un rato contigo. Gente dispuesta a escuchar tus problemas antes que contarte los suyos. Y eso que no son amigos de los considerados (aunque no lo sean literalmente) de toda la vida. Esos serían punto y a parte y se merecen un blog entero para ellos. 

No sé el futuro que nos espera a una generación bombardeada por datos económicos negativos, cambio climático, corrupción política, distanciamiento cada vez peor entre los polos ricos/pobres, un entorno internacional algo caldeado, y algunas otras cosas. Pero de algo estoy seguro. Que contra lo que muchos gritan que es ya una "generación perdida", habrá muchos luchando por demostrar que nada más lejos de la realidad. Aquí estamos y seguiremos, le pese a quien le pese. Y para todo crítico voraz de los jóvenes de hoy en día, que piense detenidamente en lo que ya dijo Sócrates: "educad a los niños, y así no tendréis que castigar a los hombres".


domingo, 11 de noviembre de 2012

De "placas" y otras visicitudes

"Mi amigo es la ostia. Vaya personaje. ¿Pensáis que se me va la pinza a mí y suelto lo primero que digo por la boca? Pues esperad a conocerlo. Buah, vais a flipar, os vais a reír como nunca en vuestra vida. Vaya finde que vamos a pasar"

Así presenté más o menos a Pablo a mis amigos de Pavía. Pablo Olmedo, Neopablinho, Pablo Qué Tal o Paolo Come va en versión italiana, iba a entrar en acción desde el jueves en Pavía. En perspectivas de un fin de semana bastante tranquilo o aburrido porque el Evento Nazionale de invierno celebrado en Roma acaparaba el 90% de la población Erasmus de esta ciudad, la visita de Pablo me abría un halo de luz con sonido celestial en el campo de nubarrones que se cernía sobre mí. 

- Santi, llego el jueves a las 10 y algo de la noche a Pavía. Tenme preparado algo que vamos a reventar. 

Ésas fueron básicamente sus palabras unos dos días antes de llegar.

- Santi, me duele la garganta un huevo, creo que tengo placas y me está subiendo la fiebre. 

Ésas fueron básicamente sus palabras a las 6 de la tarde, recién montado en el tren que le traía aquí.

Pues naaaada. Caldito, cremita de setas, puré de patatas, ibuprofenos y paracetamoles y mucho mimo. Ni su madre ni la susodicha que tenga por ahí el nota este le hubieran cuidao mejor. Hasta le he traído las 3 noches que ha malvivido por aquí (saludablemente hablando, se quejará el mamón de lo gordo que se ha puesto a mi costa) la fiesta a casa. Y mujeres, que la fiesta sé que sin poder beberse el Pampero le sudaba bastante. 

En fin, sigo sin poder hacer turismo por esta ciudad, a pesar de que confiaba en que este hombre me sirviera como excusa para descubrir qué hay por aquí que ver (aunque me temo que poco...). De todas formas, no podemos decir que nos lo hayamos pasado mal. 

Además, VOLVERÁ. Y YO VOY A IR A BOLONIA EN DICIEMBRE. Y COMO ME PONGA MALO O A ÉL LE DE POR PARTIRSE ALGO VOY A INVOCAR AL KARMA Y LE VOY A METER UN PAR DE OSTIAS QUE SE VA A CAGAR. 




P.D: yo sigo sin creerme esto:


P.D.2: qué grande este anuncio:


lunes, 29 de octubre de 2012

Desfasando Italia

A estas alturas de la película igual muchos pensáis: oye, pero Santi mucho hablar de la ciudad, su casa, los tolais de los compañeros de piso, una perra que se llama Moka, un viaje esporádico al Oktoberfest...¿estudia? ¿Va a clase? Pues sí. 

Y basta hablar de la Universidad. Porque todos sabemos que lo que realmente os interesa es saber cómo va la party por aquí. Aunque antes de nada he de decir que nos hemos quedado huérfanos de "italiana + perra" en Casa Fagioli: nuestra querida Laura definitivamente se ha ido a Cádiz (donde hace más calor que aquí SEGURO). Y me ha dejado a mí como persona mayor de la casa y aparentemente responsable. Aparentemente. 

- Santi, ¿cuántos días has salido desde que llegaste a Pavia? 

- Bueno, la pregunta apropiada sería "cuántos días no he salido desde que llegué"... 

Porque sí, señores, oficialmente mi casa es el centro de reunión de mis amigos de aquí. El estar en el centro y relativamente cerca del meollo (fiesteramente hablando), y contando con que en Pavia comienza a hacer más frío que en la comunión de Pingu, en mi casa se hace de todo: cenar, beber, ver una película, escuchar música, afters a las 4 de la mañana simplemente para ver "Project X"... Todo ello me augura una estupenda época de exámenes. 

Si a ello le sumamos que la maldita ESN no ha parado de organizar eventos de bienvenida en septiembre/octubre, que sigue haciéndolo a pesar de no tener ya la excusa de ser el mes de bienvenida, que si no sabemos qué hacer y hay ganas de mucha fiesta está Milán muy cerca, y que si no se plantea ningún plan en concreto siempre...siempre está Casa Fagioli y un Álvaro dispuesto a proponer películas a ver en su portátil, pues hombre, el panorama está servido.

Todo ello aderezado con fiestas en casas aleatorias a las afueras de Pavia (como la de Halloween adelantada de este pasado viernes DE LA QUE PREFIERO no veáis fotos), o karaokes en el "Raise", o noches de Duomo improvisadas donde vas a ver a la gente y punto, o concursos de cerveza en el "Black Bull", o veladas mágicas en casa de unos amigos donde lo que era una inocente cena se termina convirtiendo en un desalojo de la policía...

En definitiva, no preocuparse por mí, que esto, aunque me negaba a reconocerlo, es lo que es: otro Erasmus. Moriros de envidia, cabrones. 


P.D: os dejo un vídeo de un tipo al que realmente envidio:


viernes, 19 de octubre de 2012

Primer aniversario

Aniversario.

Esa palabra que todos los novios del mundo tienen miedo de olvidar por posibles represalias futuras servidas en plato frío. Y esa palabra que si la analizamos etimológicamente viene a ser algo así: del latín annus, que salvo algunos malpensados el resto sabréis que quiere decir "año", y vertere, que viene a ser "volver" como la película de Almodóvar. Pues eso, aniversario es lo que vuelve o se repite cada año. 

Os ha encantado mi clase de lengua, é o no? Pues no estoy aquí para ello, qué coño os créeis, pagarse una academia o decirle a Wert que os invite a un colegio privado a que os den clase. Yo estoy aquí para comentaros otra cosa. Y es que hoy es mi primer aniversario en Pavia. ¿Cómo? ¿Tu primer aniversario, Santi? ¿Ya llevas un año allí? Pues sí, y os voy a explicar por qué. 

Como he hablado hace poco con una amiga, las palabras tienen dos significados. El objetivo, ése que aparece en el mítico diccionario de la RAE que sólo dos personas en España lo tienen en versión papel. Y el subjetivo, el que las personas atribuyen a cada palabra en función de su perspectiva, circunstancia, personalidad, momento de la vida... Por ejemplo, la palabra "diversión" no nos evoca lo mismo cuando tenemos 6 años, que 16, que 36, o que 66. 

Y cuando estás de Erasmus, o pseudo-Erasmus en mi caso, el tiempo pasa tan despacio que en un mes te han pasado más cosas que en un año digamos normal. Así por ejemplo, hace un mes tenía las maletas abiertas en una habitación hasta arriba de porquería donde ahora no me puedo quejar de limpieza y todo está medianamente ordenado. Mis compañeros de piso eran completos desconocidos formados por chinos, sudamericanos, turcos, italianas, un perro, y ahora me quedo "solo ante el peligro" con dos amantes del reggaetton porque para una italiana que nos quedaba se nos va a la Tacita de Plata a trabajar. 

Una ciudad donde tenía que salir siempre con mapa a la calle para no perderme ya no me parece tan difícil y desconocida como antes. Los camareros de bares que antes me veían como un cliente más ahora sonríen cuando me ven entrar y me preguntan "¿lo de siempre?". Milán, esa gran ciudad que me quedaba por conocer de Italia (como otras tantas, las cosas como son) me la conozco como la palma, especialmente para volver a la estación de tren por la mañana desde cualquier punto. Los profesores de la Universidad, aunque parezca mentira, poco a poco se van acordando de mi cara. (((Como se nota que este blog lo leen mis padres)))

Y sobre todo. Una ciudad que hace un mes no me decía nada ahora me inspira muchas cosas. De repente está llena de lugares, momentos y personas que en un mes se han ganado mi cariño. 

Así que señores, me deseo a mí mismo un Feliz Aniversario. Esta noche brindaré a la salud de todos los que me leáis y os alegréis. Salud. 


P.D: Os añado un vídeo que aunque no tenga nada que ver me ha gustado:




martes, 9 de octubre de 2012

Oktoberfest

Cerveza, gente...y pechos. TODO en cantidades industriales. Así resumiría yo el Oktoberfest. 

De Pavia salimos por la tarde, algunos ya cocidos (si se va al Oktoberfest se va bien, ir pa ná es tontería). Habernos convocado nos habían convocado a las 9, pero los organizadores son italianos, y entre unas cosas y otras nuestros buses no salen hasta las 00:30. AFIRMATIVO. Se libran porque nos dan desayuno, camiseta y cervezas. O eso voy pensando yo hasta que mi autobús se transforma en una maldita cámara frigorífica. Al menos la parte de arriba, porque en la de abajo se están asando. Mí no entender. "El cielo y el infierno están en ti" dijo Omar Khayyam. Un carajo, Omar, el cielo y el infierno están en mi bus y Jesús se ha colao con el aire acondicionado. 

El caso es que cuando llegamos por la mañana a München, por las ventanas de los buses vemos a los primeros alemanes vestidos para la ocasión y bebiendo. Y sólo son las 8 y media. Noooo pero en España nos gusta la fiesta y somos unos borrachos...JÍ PACO. Como donde fueres haz lo que vieres o eso me contó no sé quién, me bebo las dos latas de cerveza que nos han "regalado" y andamos hasta el recinto del Oktober. 

Feria de Sevilla, te han ganado. 

Aquello es más grande que la nave de Star Trek y, a diferencia de la Feria de Sevilla, está tó mezclao: cacharritos, puestos de comida, tirapichones y casetas. Bueno, casetas. Casetones diría yo. Cada una con una marca de cerveza diferente. 


Son apenas las 10 de la mañana y no hay ni puta gana de beberme más cerveza de momento, así que unos cuantos nos separamos y nos vamos al centro de la ciudad. Munich no es fea y se deja querer, especialmente porque hace muy buen tiempo, pero tampoco os voy a aburrir contándoos todo lo que vi y resumiré diciendo dos cosas: 

1) Fui a ver el Allianz Arena. Y justo jugaba el Bayern contra un equipucho de no se qué. 
2) Entramos en un parque donde había gente en pelotas, tal cual. 

Para ir calentando que ya era la hora de comer, nos pedimos una cerveza en uno de los puestos del estadio para amenizar la vuelta en metro. 

Mierda. Mierda mierda. Ya decía yo que nos habían recomendado que la visita a la ciudad la hiciéramos por la tarde. Y que cogiéramos sitio por la mañana en las "macrocasetas". Allí no es que haya más gente que en la guerra o que en la cola del INEM de España, ES QUE ME TIENEN ACOLAPSAO EL JODIDO RECINTO. No cabe nadie más. Literal. De repente el no haber hecho caso a los organizadores del viaje no me hace ninguna gracia, pero por fortuna conseguimos entrar en una de las casetas. Pequeña, ambiente típico bávaro, orquesta tocando música alemana. Y jarras de litro de cerveza. Grande. 


Cuando nos echan de esa caseta, no paramos de dar vueltas por el recinto buscando otra donde meternos. Luego dirán que la Feria de Sevilla es sibarita, privada y cara. Que se vayan a Munich a ver qué me cuentan cuando, si consiguen entrar en algún lado, van a pagar 10 euracos por una jarra de litro. Como pasa más de una hora y no es plan de inmolar a la gente esperando fuera y a la vez a la de dentro para que nos hagan sitio, decidimos salirnos del recinto a buscarnos la vida. 

Y vaya si la encontramos. Justo al lado, una caseta con jarras de litro un 30% más baratas. Deme 10. 

martes, 2 de octubre de 2012

La mia nuova città

Llevo aquí ya casi dos semanas y muchos seguís confundiendo "Pavia", la ciudad que me acoge durante este curso, con "Padova", también al norte pero justo en la otra parte alta de la bota. Para arreglarlo, voy a intentar contaros un poco sobre mi ciudad y sobre las impresiones que me da. 

Bicicletas. A diferencia de Siena, Pavia es una ciudad bastante llana y uno de los medios más elegidos por la gente para moverse es la bicicleta. CORRIJO. Elegida por los pobres de mierda que no pueden permitirse un piso en el centro como el mío y al estar lejos de todo y no tener dinero ni pa limusinas ni taxis como mucho, pues se tienen que conformar con contaminación 0 y ruedecita pa allá y pa acá. ¿Dónde están las buenas costumbres? ¿Y la gente der taco? ¿No estábamos en el norte de Italia donde son más ricos? LAMENTABLA. 

Piedras. Y en cantidades industriales. Si venís alguno a visitarme, os aviso: traeros calzado con suela dura. Las mariconadas de Converse y manoletinas o cosas así las podéis traer, pero atentos a las consecuencias. Aquí las calles del centro son todas de uso peatonal, con aceras pequeñas (a veces al mismo ras de la calzada), aunque sea un centro con tráfico abierto a todas las calles. ¿Entonces cómo conviven peatones, ciclistas, autobuses, coches, señoras mayores que vienen de la compra y motos? Pues la ley de la jungla, que se traduce en "ve por donde tú quieras hasta escuchar un pitido y si ves pasar toda la vida ante tus ojos más te vale haber sido bueno en ella...". 

Agua. Y no me refiero a la lluvia. Me explico. Aquí por ahora ha llovido poco y sigue haciendo suficiente buen tiempo como para aguantar durante el día en manga corta si hace sol y un chalequillo (no, señores de Despeñaperros pa'rriba, no me refiero a esos sin mangas) si no lo hace. Pero el agua se presenta en diversas formas geofísicotérmicas (claro, esa palabra existe, buscarla). Por un lado tenemos un río. Sí, abemus fiume, el río Ticino (sin premio) para ser más exactos, con varios puentes que lo cruzan entre ellos el más famoso de la ciudad, el Ponte Coperto (véase foto de mi blog). Por otro lado tenemos niebla. Y por ahora sólo ha dado ligeras señales alguna que otra noche, pero se dice se comenta que en invierno seremos todos atropellados por los ciclistas, buses, coches, señoras mayores que vienen aceleradas de la compra porque se pierden la novela y motos. En esa misma estación del año, se comenta que el agua se presentará en otros dos estados sólidos: nieve y hielo. Sí, el río llega a congelarse. Y sí, todos los Erasmus peligramos alguna noche como vayamos mu piripis. 

Monumentos. Aparte de las correspondientes italianas y el típico Duomo que si no lo tienes no te certifican para ser ciudad de la República de Italia, poco os puedo comentar porque estoy esperando a alguna visita para descubrir qué tiene porque me conozco el percal y luego acabo hasta los mismísimos de ver lo mismo 800 trillones de veces. 

Ambiente. Haberlo haylo. De día se ve una ciudad bastante activa por sus calles principales (Strada Nuova, que viene a ser como la Diagonal de Barcelona, me pilla al lado de casa y tiene de todo y siempre hay gente). De noche no la veo una ciudad insegura, estaríamos entre el Bronx y las Vegas (las de Sevilla). 

Fiesta. Si hay Erasmus, hay fiesta. Y si no la hay, tenemos Milán a 20 minutos en tren. Y si tampoco hay en Milán...mierda, eso es que ha habido un jodido Apocalipsis Zombie. 

Mi próximo relato depende de lo que se cueza esta semana: u sos cuento un poco sobre mi Universidad (uuuhhhh fueraaaaaa) u sos cuento un poco sobre el viaje al Oktoberfest que es probable que hagamos. 

martes, 25 de septiembre de 2012

Casa Fagioli

En Pavia ahora mismo hay un sitio que es el que me acoge y lo seguirá haciendo durante el resto del curso: Casa Fagioli. Se llama así porque en Italia cada casa tiene escrito el nombre en el porterillo del propietario del inmueble (joder, cómo se nota que estudio Derecho). En este caso, mi casera, a la que aún no conozco pero presupongo que lo haré esta semana, tiene ese apellido. Y antes de nada deciros que fui el último en enterarme que se llama así: en esta ciudad se ve que es conocida por todos, tanto miembros de la Asociación Erasmus, como antiguos Erasmus que están de visita por exámenes estos días, como gente aleatoria que me pregunta dónde vivo y al explicárselo me mira riéndose y me dice "ahhh, Casa Fagioliii". 

No entiendo pu qué. 

El caso es que esta entrada es para explicaros brevemente dónde vivo y las personas con las que comparto piso. En una tercera planta sin ascensor de una calle muy céntrica de Pavia existe un piso con pasillo, cocina muy práctica donde poder hacer vida, terraza de libre acceso para otros miembros de la comunidad, cuarto de baño grande, salón amplio y 4 habitaciones individuales. La que me ha tocao, por ser el último, quizá no sea precisamente la mejor, pero no está nada mal y os puedo asegurar que no me falta de nada. Eso sí, mis sueños los tengo a "due metri sopra il cielo", ya que el escritorio desde el que os escribo está situado justo debajo de la cama-litera en la que duermo. 

Como paso de subiros fotos de la casa (la venís a ver, cabrones, y ya está), os presento a los miembros de mi nueva familia:

Álvaro 1

21 años. De Alcalá de Henares. Madridista (opuf...). Estudiante de ADE. Fumador. De aspecto más joven de lo que realmente es, llegó a Pavia y entró por la puerta grande: la primera noche ya volvió a casa metido en el maletero de un coche. Le gusta poner música en su ordenador y canta según le venga. Entre su repertorio se encuentra "Copenhague" de Vetusta Morla. Cazzo, qué recuerdos. 

Álvaro 2

22 años. Misma residencia que el anterior. Mismo gusto (disgusto diría yo) futbolístico que el anterior. Estudia lo mismo. ¿En qué se diferencia del anterior? En el apellido y en que no fuma. Ah, y que duerme como un maldito lirón y convierte sus almuerzos en lo que serían cenas para cualquier italiano del norte. Le gusta pasearse en calzoncillos por la casa, independientemente de quién esté, y sin cerrar su puerta se cambia sin problemas cuando está recién salido de la ducha. 

Junto con Álvaro 1, forma una pareja letal en cuanto a cánticos de canciones de reggaeton en el salón y visionado de programas como "Hombres, Mujeres y Viceversa" o "Gran Hermano". Sin comentarios. 

Laura

Nuestra bella ragazza italiana. 29 años. Estudió Economía. Ha estado un mes trabajando en un Hostal de Venecia hace poco, pero como la tenían durmiendo en un baño y ella prefería el cuarto de las escobas al final se volvió. Muy risueña, natural de "Lago Maggiore", pertenece a la ESN Pavia y no para de invitarme cada dos por tres a comer. 

Moka

5 años. Estudia asignaturas sueltas del tipo "cómo hacer para que te acaricien" o "diferencias entre personas a las que ladrar y a las que no". Muy limpia y educada, se está enamorando poco a poco de mí, LO SÉ, y también sé que el día en que abandone esta casa la echaré de menos y ambos lloraremos. 


viernes, 21 de septiembre de 2012

Sigo vivo...de momento

Exacto, de momento.

Sueño, avión, lluvia, bus, vaya-estación-carsá, tren, Pavia. Así se resume mi llegada a esta ciudad, precedida de una noche casi en vela, un despertador que me hace toda la gracia a las 4:30 de la mañana y una madre que como niño de sus ojos que soy me va a echar ALGO de menos.

Por el momento puedo contar que, para bien o para mal, sí, estoy viviendo estos dos primeros días un segundo Erasmus. Mi kely para mí ahora mismo es un hostal. A todos los efectos prácticos: gente que no conozco que va y que viene, maletas sin deshacer y poco tiempo en mi hábitat. El primero que llegó aquí, uno de los dos Álvaros (madrileños ambos), se encontró: tres turcos con sus respectivas maletas en el salón, una china en su cuarto, y una italiana y un mejicano por ahí. De todos ellos, ninguna era Laura, la italiana que este año va a compartir piso con 3 machotes. Por su parte, la italiana esa que está momentáneamente en mi casa tal y como llego (después de que de manera heróica me vengan a buscar los dos Álvaros a la estación) me suelta: tienes un regalo, duermes con una china. A mí no se me ocurre que tal italiana que me acaba de conocer esté de broma (ahora entiendo que la gente se enfade conmigo cuando hago yo cosas por el estilo), así que de primeras le pregunto a Li (así se llama la china): oye, ¿eres tú la que duerme conmigo? (nótese la connotación "sleep" en inglés). Digamos que no le sentó muy bien. 

Del resto del tiempo, resumo: nos juntamos mayoritariamente de momento con ex-Erasmus de Pavia que han vuelto estos días a hacer exámenes de septiembre y poco a poco me voy dejando la saliva en explicar mi situación de estar haciendo otro año en Italia. El tal Alessio Calenda efectivamente es un capo del lugar y de momento me ha reliado poco porque me sobra y me basta con la gente de mi casa para ello, pero confío en que tarde o temprano me destroce la vida y aparezca en un barco camino de Sudamérica a saber por qué. He ido a un karaoke. Y de turismo poco, pero la plaza del Duomo de aquí me la conozco con todos sus detalles: es donde se hace botellón. 

Pero DE MOMENTO. Mi casa tiene toda la pinta de que va a ser un antes, un mientras y un "after" como siga así. Que a San Antonio o como se llame el Santo ese que ayuda a los estudiantes le caiga en gracia porque si no van a aprobar dos personas. Y no digo quiénes. 

P.D: los oficiales inquilinos de Casa Fagioli:


martes, 18 de septiembre de 2012

Otra vez me lían...

Señores, me despido con un "hasta luego".

En menos de 5 horas mi despertador estará jodiéndome el oído, aunque de una manera muy dulce. Al fin y al cabo, sólo otra vez había sonado una mañana temprano para decirme "chaval, que te vas a vivir a Italia un año". Y esa vez, aunque llegué a Siena destrozado y con un miedo en el cuerpo considerable, fue un año que...en fin, no voy a ser pesado repitiendo lo mismo una y otra vez. 

Eso sí, esta vez las cosas cambian. Por lo pronto, sé italiano. ¡Eso es bueno! Pero eso que llaman "crisis", de la que seguro que no habéis oído hablar, y que yo no he provocado ni tengo culpa ninguna, oigausté, pues ha hecho que mi beca se reduzca considerablemente. ¡Eso es malo! Al menos pago menos por mi alojamiento y encima estoy en el centro de la ciudad. ¡Eso es bueno! Pero lamentablemente no tengo vistas preciosas a la Toscana y hace un frío del carajo en la ciudad. ¡Eso es malo! Y comparto piso con 2 chavales de Madrid y por el momento parece que con una italiana. ¡Eso es...! Ni bueno ni malo, supongo. 

Lo que sí creo que cambia bastante es el siguiente hecho: ya he estado de Erasmus, me conozco el percal, soy un "experimentado" en fiestas y viajes en el extranjero y el idioma no será un obstáculo siquiera al principio (si es que lo fue en su momento, que lo dudo). Y para más inri, la italiana que parece que va a vivir conmigo es de la famosa Asociación Erasmus de Pavia, la ESN de allí. Me han presentado vía Facebook a dos italianos que TAMBIÉN son de esa asociación y al parecer uno de ellos es un desfasao de la vida. El grupo formado en internet de los que vamos a Pavia echa chispas con la gente quedando a todas horas para salir y esas cosas. Y no suficiente con eso, la ESN tiene organizado no un día, no una semana, NO, UN MES, UN PUTO MES de bienvenida a todos los extranjeros y comienza justamente este fin de semana. 

Ah, y por si fuera poco, llego un miércoles, con partido de Champions del Barça incluído, y según me ha dicho uno de los italianos de allí, el miércoles es el día grande para salir allí. 

Lo dicho, que me lían. OTRA VEZ. 

http://youtu.be/FO1TDS667SU

jueves, 13 de septiembre de 2012

Italia, un'altra volta

Señores, me vuelvo a Italia.

Es posible que a falta de una semana justo para que aterrice en el aeropuerto de Bérgamo, coja un autobús a la estación central de Milano, y un tren me deje en Pavia, alguno de los que esté leyendo esto ni sepa que me voy ni sepa que ya estuve por ese país.

Pues sí, no conforme con haber tenido el mejor año de mi vida en Siena de Erasmus, el nene se dijo "esto es como una droga, necesito más". Y con una beca de Doble Titulación sustituyo la Toscana por la Lombardía. Los entornos de Florencia y Pisa por Milán y Génova. Las "jasas" y "jontradas" por...vete tú a saber el acento que tienen por el norte.

Falta una semana y ya tengo la misma maleta que me llevé en su día abierta con varias cosas metidas, sobre todo para que la madre de turno no me suelte el típico "niño, que luego no te da tiempo y lo haces tó deprisa y corriendo". Esa maleta tendrá más o menos el mismo contenido que hace dos años pero sé que volverá "cargada" con experiencias diferentes. Otros amigos. Otros viajes. Otras alegrías y penas. Intentaré no comparar un año con el otro porque si no entonces lo tengo chungo.

Bueno, sí, al menos haré una comparación. Con que estos 10 meses sean la mitad de la mitad de buenos que los 9 que pasé por Siena, volveré seguro como lo hice en su día: como una maricona ahogado en un mar de lágrimas.

P.D: quienes leyeran o simplemente tuvieran constancia de la longitud de los correos que envié en su día desde Siena, TRANQUILOS, esta vez me controlaré.

P.D.2: se qualcuna piccola ragazza di Torino legge questo, deve sapere che dal 19 di settembre in avanti deve organizzare un viaggio a Pavia, ed anche parlare bene alle sue amiche d'un ragazzo chiamato Santiago Castro.


P.D.3: desde Sevilla quiero desear que todo continúe igual y mejor para el Señor Vasallo por Florencia, y que la primera noche lejos de casa no se haga muy dura para el Caballero Olmedo en Bolonia.