viernes, 25 de septiembre de 2015

El post del viernes (VII)

Muy pero que muy buenos días, independentistas!!!

Si estoy publicando esto por la tarde no es por falta de tiempo o por casualidad, no. Está hecho totalmente adrede. Voy en un AVE Sevilla – Barcelona y aunque yo me bajo antes, mi objetivo por ahora se va cumpliendo. Quería escribir este post rodeado de ese ambiente de última jornada electoral catalana, escuchando catalán, imbuido de Diada y viendo a ver qué me inspira.

De momento…no, poca cosa la verdad. Poca inspiración me da esto oye, qué pena. Menos mal que al menos el tren en el que voy se ve que es animado. Como va a ser un viaje largo, el conductor por megafonía nos ha propuesto jugar a todos a un juego. Explica las reglas y nos dice que si estamos de acuerdo la mayoría pues palante. Alguno se queja y tal, se ve que ciertos vagones están un poco más tensos que otros, pero se dice que sí y aquí estamos, echando el rato con el jueguecito este. Al principio la gente no se entera muy bien de qué va la cosa pero poco a poco le vamos cogiendo el gustillo. La gente se enfada de vez en cuando pero bah, nos llevamos relativamente bien. 

Cuando pasa un tiempo y estamos a toda pastilla (igual que lo que hay en los instrumentos eléctricos, que tienen el convertidor de vibraciones de las cuerdas en señales eléctricas que se amplifican), uno de los vagones dice “a mí no me gusta esto y quiero ponerme a jugar por mi cuenta, que sois tós mú tontos”. El resto del tren claro, bien no se lo toma. Los que se quieren ir sobre todo se meten con los del vagón de en medio, que por qué van a tener que mandar más ellos que nadie sólo por estar en el medio. En eso no les quito razón, además los del vagón de en medio son una mijita chulos y les va mucho el color blanco, con lo soso que es ese color. Pero claro los del vagón que se quieren poner a jugar solos sin el resto, de vez en cuando les da por decir que los de mi vagón somos todos unos vagos y que no pagamos lo mismo para viajar en el tren. “Oigan, que si después de comer entra sueño, pues se duerme, y lo de pagar pregúntenle ustedes a Yoda-molt-honorable” (un personaje suyo que tienen, un show de tío).

El tren otra cosa no, pero entretenido es, y gente diversa hay para dar y regalar. Resulta que hay unos mú brutos mú brutos, que como se pongan a hablar entre ellos no hay quien los entienda, que algunos de ellos apoyan a los del vagón que la está liando parda, y además también ellos dicen que quieren jugar a otra cosa, concretamente a cortar los asientos del vagón con sierras y pegar pelotazos con la mano contra la pared. Ahora eso sí, me he pasado a darme una vuelta por allí y no veáis cómo se come, y lo graciosos que son los jodíos a pesar de lo que se dice por ahí. Hay uno muy famoso por ahí que lo mezcla todo, cocina y chistes. Otro show. Luego hay otros que están en la esquina del tren que los pobres tienen un microclima dentro, con fugas de agua todo el santo día que no se las arreglan, pero que lo llevan con buen humor y si les preguntas te responden cantando y con otra pregunta. Luego están otros que en su vagón se ve que se les ha debido estropear el secamanos y está todo el día puesto a toda ostia, porque nada más entrar te tienes que inclinar pa no caerte. Eso sí, veneran a una virgen pequeñita que ni con huracanes se les cae a los amigos. Mú majicos ellos.

A mí me ha dao mientras por pasearme por el vagón de los que han armao tanto barullo. No sé, no parecen hostiles la mayoría, son güena gente y eso. Es verdad que algunos de ellos están allí que si subiéndose unos encima de otros formando columnas humanas, tol día comiendo pan con tomate y te miran regular según cómo les hables. La televisión que tienen puesta hombre, muy muy objetiva no es, ¿pero y cuál lo es? Lo que está feo es lo que están haciendo con los pobrecitos que están con ellos en el vagón y que quieren seguir jugando con el resto del tren. Los tienen un poquito ahí, esquinados, casi contra la pared y sin poder hablar. Yo como soy así, un tío diplomático, me he puesto hablar con unos y otros.

- Oye a ver, que habíamos quedado en que jugábamos todos a…
- Que no, que queremos jugar por nuestra cuenta
- Bueno pues no sé, oye qué penilla ¿no? Con lo bien que lo estábamos pasando y eso…bueno igual si no hay más remedio podríamos votar todos de nuevo las reglas del juego y empezar de cero…
- Pero no se quiere hacer, y además que no, que votamos nosotros que somos los que queremos irnos
- Oye que no
- Que sí, o nos desenganchamos unilateralmente del tren.
- Ostia tú que nos descarrilamos, no la lieis así con la de otras cosas que hay que hacer antes que son más importantes, ¿no?
- La chupáis
- Sin faltar que te corto el agua y a ver cómo bebéis. Además si lo hacéis así, ¿no perderíais la opción de seguir circulando por la vía por la que estamos?
- No, las reglas del juego dicen que no.
- Estooo…¿y de Europa?

Yo la verdad es que con mi nivel de argumentación entiendo que se hayan reído de mí un poco y quieran irse algunos, aunque sea por coraje. Y la verdad es que mucha gente del resto del tren tampoco está poniendo mucho de su parte para hacerse amigos suyos. Y mientras los del vagón del centro digan que no se puede votar todos otra vez para empezar de cero con nuevas reglas, pues le veo chunga solución a la cosa. Pero hombre, ahora que ya nos conocíamos en el tren con nuestros pros y contras, y que se estaba incluso hablando de unir cada vez más trenes a la misma vía, pues no sé, ¿queda feo no? Lo que más pena me da es que me he pasado por la cola del tren y allí no tienen ni comida, el estado del vagón es deplorable, y están allí que ni pinchan ni cortan sin que nadie se fije en ellos ni se les eche cuenta ni nada. Se ve que siempre hay otras cosas que hacer y de las que hablar, en vez de las que verdaderamente importan.


Buen fin de semana a todos! Os escribiré desde Bogotá la próxima vez (si os escribo, que no sé las ganas que tendré :P)

viernes, 18 de septiembre de 2015

El post del viernes (VI)

Muy pero que muy buenos días, descentrados!

Mi padre acaba de abonarse a un paquete de fútbol de la ostia. Ahora resulta que puedo ver todos los partidos que me salgan de donde dijimos por un precio fijo ridículo. Y claro, ya que se está pagando, aunque sea poco, habrá que amortizarlo. Y ahí que estuvimos el martes con la Champions, tan agobiados de tanto canal que echaba fútbol que nos marcamos una pauta de máximo minuto por partido y a cambiar. Aunque Cristiano metiera 10 goles y todos de penalti y al Sevilla le pitaran 800 a favor de estos, la probabilidad de ver un gol en un partido justo en el minuto que le tocaba ponerlo pues no estaba de nuestro favor, así que ver no vimos ningún tanto y encima me tuve que tragar minutos de un apasionante Wolfsburgo – CSKA de Moscú. Pero oye, por mis santos c*j*n*s que exprimo yo la oferta.

Analizándolo bien, había partidos que me podría haber ahorrado, seamos honestos. Pero no es la única vez que me ocurre. Echando la vista atrás, recuerdo esas jornadas de Eurocopa y Mundiales que siempre me pillaban en época de exámenes. Cuando me levantaba a hacer un descanso pequeño del estudio del apasionante Derecho Administrativo, ponía la televisión a ver qué partido estaban echando. Mi reacción el 99,99% de las veces era: “Anda mira, el Malasia – Uzbekistán. Bueno, voy a alargar un poco el descanso que Maldini dice que hay un tal Trapjaminovich que es especialista en hacer la ruleta invertida con las manos y despistar a sus rivales”.

Y es que no sé si os pasa también a vosotros, pero basta que tengamos cosas aburridas o que tampoco es que nos motive muy allá, para encontrar cualquier excusa para despistarnos. “Vamos a ver, hay que empezar a estudiar con motivación. Tema 1: el derecho y sus fuenqué coño hacen estas carpetas de apuntes del año pasado en mi mesa, ahora mismo ordeno los apuntes y los clasifico, creo un Excel para ubicarlos físicamente en el cuarto y ya de paso saco la ropa de invierno que el oso polar que tenemos en el patio está pidiendo una mantita, y cuando termine pinto los circulitos que se forman en las letras de los títulos de los temas del manual, que si no luego no puedo estudiar bien y no rindo. Uish, sólo con planificarlo ya son las 11:03 y no puedo empezar si no es la hora en punto. Haré un break de 57 minutos…pero luego me pongo con lo de los apuntes, la ropa y los circulitos”. Y así me saqué yo dos carreras y un máster, osea que debe funcionar a la perfección. Debería escribir un manual del buen estudiante con mis métodos, no sé qué coño hago perdiendo el tiempo escribiendo aún los mail del viernes en el trabaj…digoo en mi casa en los ratos libres y estrictamente fuera de mi horario laboral, señor Presidente.

En resumen, que yo lo que en verdad os quería contar es que lo del fútbol en mi casa es un chollo, vaya, para que me tengáis envidia. Y a tó esto, “chollo” exactamente… ¿de dónde viene? Porque que yo sepa el verbo “chollar” no existe, o el adjetivo “chollado”. Así que eso tiene que venir de algún lado. Resulta que en el siglo XVIII llegó a la España de Carlos III un italiano. El hombre tenía exactamente las mismas ganas de trabajar que yo y los que me leéis, así que se dijo “ecco, come posso stafare a tutti questi spagnoli di merda sin fare niente di niente?”, que, traducido correctamente, significa “¿cuál sería la mejor manera de multiplicar exponencialmente mis ingresos sin incurrir en muchos gastos gracias al intercambio de bienes y servicios por la moneda legal en curso en el mercado español?” Pues este señor cogió, se sacó una licencia que le permitía poner sillas en las calles, y se dedicó a ponerlas para desfiles y procesiones y cobrar a la gente que se quisiera sentar. Así nació la Carrera Oficial de Sevilla, y además la palabra “chollo”, puesto que el italiano se llamaba “Cioglio”, que os podéis imaginar cómo se pronuncia aproximadamente.

Que paséis un fin de semana lleno de deporte, desconcentraciones (sanas a poder ser) y chollos!

P.D: allez les bleus mis cullons

viernes, 11 de septiembre de 2015

El post del viernes (V)

Muy pero que muy buenos días, depresivos!!!

Ayyy cuánto os he echado de menos, mis queridos y leales fans incondicionales. Lo sé, vosotros me habéis echado de menos a mí aún más, pero algo de cariño sí que os estoy cogiendo oye. Sé que habrá sido dura mi ausencia, que no habéis sabido qué hacer cada viernes ahí, pegados a la pantalla y dándole a “actualizar” al imeil o al tuiter o al feisbuk, confiando en que de buenas a primeras apareciera el mensaje que os haría temblar de la emoción, cuando por desgracia os habéis tenido que conformar con promociones de Tripadvisor ó estados de gente sosa que no para de contar su vida en las redes con “voy a dormir” o fotos de rodillas y playas con 8.500 filtros que rezan “aquí, preocupada”. Que ya me diréis qué carajo le importará a la humanidad que un tío en Cuenca se vaya a dormir y que una de Albacete esté en Torremolinos junto a otras 18.000 personas en la puta playa, (como viene siendo lógico y natural en esta época del año, guapita de cara) y tenga la iluminación divina de juntar las dos neuronas de pacotilla que tiene para improvisar una sutil e inigualable ironía que ni Quevedo para decir que está preocupada. Neuronas que a la chavala como es normal no le dan para saber que la palabra “pacotilla” proviene de la palabra “paca”, con la que antiguamente se denominaba al fardo que los marineros usaban para llevar sus pertenencias y que podían embarcar libres de impuestos, y que como siempre llevaban cosas de poco valor pues poco a poco fue…bla bla blá.

Tras este párrafo cargado de ira, os preguntaréis (bueno no os lo preguntáis pero os lo cuento igualmente): ¿qué te ocurre que estás tan tenso a tu vuelta de vacaciones? PUES ESO PRECISAMENTE.

Nuestro amado capitalismo ha inventado ese maravilloso concepto de vacaciones. Pero como nada es eterno, se acaban. Y como hay inventos pa tó, y no era suficiente con quedarnos ahí en volver y fin, se inventó también la depresión post-vacacional. Y es que los seres humanos somos así, nos quejamos de vicio. ¿Que no tienes trabajo? Te quejas. ¿Que tienes trabajo? Te quejas porque te gustaría no trabajar. ¿Que tienes vacaciones? Te quejas porque te gustaría que fueran más largas. ¿Que tienes vacaciones más largas? Te quejas porque echas de menos tu ciudad y ver a la gente del trabajo, amigos… Y ya que hablamos de vicio y de la depresión post-vacacional, nos gusta meternos en círculos viciosos pero a posta:

- Se inventa el trabajo

- Se inventa el trabajo con vacaciones

- Se inventa el trabajo con vacaciones y depresiones post-vacacionales

- Se inventa el trabajo con vacaciones y depresiones post-vacacionales más las terapias contra la depresión post-vacacional

- Se inventa el trabajo con vacaciones y depresiones post-vacacionales más las terapias contra la depresión post-vacacional y los respectivos trabajos de los psicólogos que llevan las terapias contra la depresión post-vacacional

- Se inventa el trabajo con vacaciones y depresiones post-vacacionales más las terapias contra la depresión post-vacacional y los respectivos trabajos de los psicólogos que llevan las terapias contra la depresión post-vacacional que así mismo caen en depresión post-vacacional

- Se inventa el trabajo con vacaciones y depresiones post-vacacionales más las terapias contra la depresión post-vacacional y los respectivos trabajos de los psicólogos que llevan las terapias contra la depresión post-vacacional que así mismo caen en depresión post-vacacional y los periodistas que todos los años en la misma época hablan de toda la gente depresiva que vuelve al trabajo y que terminan siempre la noticia con una coletilla de cierre patética que para qué carajo se habrán tirado 5 años estudiando una carrera si van y dicen con tono de me-creo-profesional “aunque parece que algunos…quieren aprovechar hasta el final” mientras se ve el típico tío bañándose en Conil a las 9 de la noche del domingo 31 de agosto mientras cae la puesta de sol y luego cuando termina el vídeo aparece Matías Prats sonriendo mientras dice “permíteme que insista: que les sea leve”

- El Corte Inglés saca el puto anuncio de “volver a empezar” que ojalá algún día alguien haga un vídeo memorable donde entre en escena un loco con un jodido Pánzer y se líe a cañonazos con tanto crío repelente y al final todo el mundo depresivo y muerte y destrucción. (((Párrafo patrocinado)))

- Visca Catalunya…(((Quita del teclado Artur, que hoy estoy mu crazy y ésta no es la forma ni el día de promocionarte, coño)))

Y antes de que se me vaya la pinza del todo, mejor os dejo. Ais, qué desahogo. Que paséis buen finde!