lunes, 15 de junio de 2015

Los contextos

Después de casi un año sin tocar mi blog, lo retomo con un poco de polémica, pero antes de que empiecen a estallar noticias rimbombantes como ésta, necesito estallar yo. 

Todos hemos asistido estos días a un bombardeo en los medios, en todos y cada uno de ellos, contra Guillermo Zapata. Sí, el edil del Ayuntamiento de Madrid del que se han sacado una serie de tweets la mar de ofensivos, como si fuera el único villano de Twitter que saca a relucir chistes negros. Se ve que el humor negro, se use cuando y donde se use, es más lacerante, por ejemplo, que la Presidenta del FMI, con un salario anual insultante, no pare de dar recomendaciones a los países del sur de Europa sobre bajar los salarios (¿aún más?). O que en mi tierra vuelva a gobernar por trigésimo sexta vez un partido envuelto en tramas de corrupción que me daría pena volver a comentar. O que la forma de tratar a seres humanos que se van de sus países con condiciones lamentables e igualmente viajan en condiciones lamentables, sea hacer un baremo entre Estados supuestamente avanzados y defensores de los Derechos Humanos con, simple y llanamente, "oye, ni pa ti ni pa mí, 4.000 para ti y 4.000 para mí". 

Lo que más me sorprende es como, cuando habla la señora Lagarde sobre esas medidas, mucha gente de la calle normal y corriente, cuyo poder adquisitivo está a años luz de ella, se desvive en defender esas medidas. ¿Y por qué? Por un contexto. "Con la situación económica de España y Grecia, hay que abaratarle la contratación al empresario medio para que se reactive el mercado, puesto que el contexto actual lo requiere". Lo del PSOE en Andalucía parece ser que se resuelve con un contexto de "es que Susanita no estaba metida en nada de esto y va a tener mano dura contra los corruptos. El contexto ha cambiado". En cuanto a los inmigrantes, es mucho más fácil y tajante en palabras de nuestro actual Presidente, casi no hace falta ni contexto aquí: "No pueden entrar todos. No cabemos"

Sin embargo, me hallo sorprendido con el siguiente contexto:

2011. 

- Nacho Vigalondo, actor y director que se hizo famoso por un corto-musical en blanco y negro que llegó a los Oscar, lanza en Twitter unos comentarios negando el holocausto, en tono supuestamente de humor, cosa que no voy a entrar a debatir, y lo despiden de El País. 

- Guillermo Zapata, amante del cine y de las obras de Vigalondo (recordemos que iba a ser Concejal de Cultura y Deporte), empieza a comentar en Twitter sobre los límites del humor negro, y a modo de ejemplo, publica una serie de chistes entrecomillados de cara a animar el debate. 

Y no pasó absolutamente nada hasta...

2015.

- "Ahora Madrid" queda como segundo partido más votado en el Ayuntamiento de Madrid, y semanas después consigue pactar de manera que, muchos años después, se desbanca al PP de la capital. Manuela Carmena, su líder, es investida Alcaldesa.

- 48 horas después saltan a la luz los tweets de Guillermo Zapata. Literales, sin lo que les precedía, como si fueran escritos tal cual, sin contexto, y estuviera totalmente de acuerdo con ellos. Los medios de comunicación se enzarzan en ver quién gana en caldear el ambiente y defenestrar a la persona de Zapata sin entrar a valorar ni el por qué, ni el cómo, ni el cuándo. 

Y en esas estamos. En un país donde mucha gente seguirá opinando lo que opinen su medios de comunicación, poniendo contextos y quitándolos a su antojo y según le convenga.

Y el contexto es, señores, que hace apenas 2 días que se han constituido los ayuntamientos de este país, y que supuestamente se avecinaban cambios. Mucho me temo que a este ritmo, la cosa durará poco.