martes, 3 de noviembre de 2015

El post del martes post-puente (I)

Muy pero que muy buenos días, rumberos!!!

Llevo un mes sin actualizar mi blog y reenviar el mdv. Lo sé, mea culpa. Pero la gente importante como yo que lleva un mes sin estarse quieto en ningún lado y que no nos da el sueldo para contratar a una Porno-Secretaria a la que dictarle órdenes y textos (y que a pesar de los avances del siglo XXI, sigue cogiendo a lápiz en un cuaderno), pues lo tenemos complicado. Tengo dos opciones:

a) ser un tío actualizado que pasa por alto todo lo acaecido en este tiempo y pasa a comentar lo más reciente; o

b) sacar mi vena Hipster, rememorar lo ocurrido en el último mes, que la gente vea que un tweet mío sale en el Mail del Viernes original, y además alegrarle el primer día después de un puente a la peña.

Como lo Hipster está de moda, en mi encuesta online instantánea ha ganado el "Hipster + alardeo de tweet + alegría post-puente" por un 99'99% de los votos, y además no tengo ni puta gana de quedarme con la gusilla de contarlo, hablaré de la segunda semana que pasé en Bogotá la última vez que estuve. (((Pausa para aplausos multitudinarios...3...2...1...))) Gracias hombre, no se merece. 

El mismo viernes que publiqué mi anterior entrada se celebraba el Amigo Secreto, que es como el Amigo Invisible pero versión colombiana. Salimos toda la oficina a comer y después entregamos los regalos. Lo lógico es que yo no hubiera recibido nada, pero esta gente es tan buena que me regalaron una botella de aguardiente colombiano...eso sí, se lo cobraron con creces, ya que de ella bebí un chupito escaso. Al salir de la oficina fuimos a casa de unos peruanos que trabajan en Bogotá y que hicieron Pisco, una bebida típica de allí y que está más fuerte que el vinagre de los Palacios. Vale que el resto de la gente se bebió el aguardiente que ellos mismos me habían regalado, pero entre el Pisco, el chupito de mi botella y otro vaso de ron que me invitaron, encaminé la noche del viernes bastante animado. 

Tras un café revitalizante y necesario porque todo esta dosis de alcohol fue antes de cenar, quedo con Mónica y Carolina (dos amigas locales) para cenar. Me llevan a un restaurante de comida orgánica y ecológica de Usaquén, un barrio muy a lo Malasaña/Huertas/Latina y con mucho ambiente. Tras una cerveza en el BBC de al lado (Bogotá Beer Company, una cadena de cervecerías que nació como proyecto de fin de grado...lo cual demuestra que hacerse rico nada más salir de la Universidad es posible en algunos países), nos vamos a Retro, un rumbeadero de la Zona T. La Zona T es un sitio que por la noche está hasta la bola siempre y donde hay que matarse por pillar un taxi. (Y a veces literalmente, pues oí por la radio que unos cuantos de apuñalamientos durante el fin de semana en Bogotá había habido). Y Retro, un rumbeadero como lo llaman allí donde mezclaban música latina con ochentera: nada más llegar, una pareja contratada bailando en el escenario y toda la discoteca haciendo los mismo pasos que ellos; una hora más tarde, "Come on Barbie" de Aqua, "La Macarena" y similares...TODO TEMAZOS, JODER. De mis amagos de bailar salsa con mis amigas...mejor no os los cuento y os véis una peli de terror.

El sábado tocó ponerme serio con el turismo. Tan serio me debí poner que me fui solo. En Montserrate, un monte justo al lado de Bogotá con una Iglesia arriba, dos cosas a destacar: había llamas (SÍ, LLAMAS, LOS MEJORES ANIMALES QUE EXISTEN), y descubrí cómo se las gastan los curas en esa tierra porque se ponen a cantar grandes hits. "¿Y las vistas, el paisaje, la sensación de paz, Santi?" Ni puta idea, yo me comí un "tamal" nada más llegar y adiós estómago. Luego entre horribles sufrimientos y ataques de esofagitis críticos vi más cosas pero está todo borroso: la Plaza de Simón Bolívar (((brrrppp))), el Museo del Oro (((bbbbrrrrrrpppp)))...

Por último, me gustaría despedir este post con un demostrativo bastante gráfico de lo educados que son allí. Seré explícito: hasta para ofrecerte putas lo son. Situación: sábado noche, de vuelta al hotel después de cenar, señor mayor apoyado en una pared. Conversación:

SEÑOR MAYOR AFABLE: Buenas noches. Conozco un sitio de chicas, caballero.

YO: (((Con mi mejor de las sonrisas, y un toque de picaresca))) No, muchas gracias.

SEÑOR MAYOR AFABLE: (((Ligera inclinación de cabeza))) Con gusto, señor. Que pase una buena noche.

Vamos, que me dio hasta pena decirle que no.

Que paséis una semana corta fantástica, pobres inmundos sin mención en el #mdv

No hay comentarios:

Publicar un comentario