lunes, 29 de octubre de 2012

Desfasando Italia

A estas alturas de la película igual muchos pensáis: oye, pero Santi mucho hablar de la ciudad, su casa, los tolais de los compañeros de piso, una perra que se llama Moka, un viaje esporádico al Oktoberfest...¿estudia? ¿Va a clase? Pues sí. 

Y basta hablar de la Universidad. Porque todos sabemos que lo que realmente os interesa es saber cómo va la party por aquí. Aunque antes de nada he de decir que nos hemos quedado huérfanos de "italiana + perra" en Casa Fagioli: nuestra querida Laura definitivamente se ha ido a Cádiz (donde hace más calor que aquí SEGURO). Y me ha dejado a mí como persona mayor de la casa y aparentemente responsable. Aparentemente. 

- Santi, ¿cuántos días has salido desde que llegaste a Pavia? 

- Bueno, la pregunta apropiada sería "cuántos días no he salido desde que llegué"... 

Porque sí, señores, oficialmente mi casa es el centro de reunión de mis amigos de aquí. El estar en el centro y relativamente cerca del meollo (fiesteramente hablando), y contando con que en Pavia comienza a hacer más frío que en la comunión de Pingu, en mi casa se hace de todo: cenar, beber, ver una película, escuchar música, afters a las 4 de la mañana simplemente para ver "Project X"... Todo ello me augura una estupenda época de exámenes. 

Si a ello le sumamos que la maldita ESN no ha parado de organizar eventos de bienvenida en septiembre/octubre, que sigue haciéndolo a pesar de no tener ya la excusa de ser el mes de bienvenida, que si no sabemos qué hacer y hay ganas de mucha fiesta está Milán muy cerca, y que si no se plantea ningún plan en concreto siempre...siempre está Casa Fagioli y un Álvaro dispuesto a proponer películas a ver en su portátil, pues hombre, el panorama está servido.

Todo ello aderezado con fiestas en casas aleatorias a las afueras de Pavia (como la de Halloween adelantada de este pasado viernes DE LA QUE PREFIERO no veáis fotos), o karaokes en el "Raise", o noches de Duomo improvisadas donde vas a ver a la gente y punto, o concursos de cerveza en el "Black Bull", o veladas mágicas en casa de unos amigos donde lo que era una inocente cena se termina convirtiendo en un desalojo de la policía...

En definitiva, no preocuparse por mí, que esto, aunque me negaba a reconocerlo, es lo que es: otro Erasmus. Moriros de envidia, cabrones. 


P.D: os dejo un vídeo de un tipo al que realmente envidio:


viernes, 19 de octubre de 2012

Primer aniversario

Aniversario.

Esa palabra que todos los novios del mundo tienen miedo de olvidar por posibles represalias futuras servidas en plato frío. Y esa palabra que si la analizamos etimológicamente viene a ser algo así: del latín annus, que salvo algunos malpensados el resto sabréis que quiere decir "año", y vertere, que viene a ser "volver" como la película de Almodóvar. Pues eso, aniversario es lo que vuelve o se repite cada año. 

Os ha encantado mi clase de lengua, é o no? Pues no estoy aquí para ello, qué coño os créeis, pagarse una academia o decirle a Wert que os invite a un colegio privado a que os den clase. Yo estoy aquí para comentaros otra cosa. Y es que hoy es mi primer aniversario en Pavia. ¿Cómo? ¿Tu primer aniversario, Santi? ¿Ya llevas un año allí? Pues sí, y os voy a explicar por qué. 

Como he hablado hace poco con una amiga, las palabras tienen dos significados. El objetivo, ése que aparece en el mítico diccionario de la RAE que sólo dos personas en España lo tienen en versión papel. Y el subjetivo, el que las personas atribuyen a cada palabra en función de su perspectiva, circunstancia, personalidad, momento de la vida... Por ejemplo, la palabra "diversión" no nos evoca lo mismo cuando tenemos 6 años, que 16, que 36, o que 66. 

Y cuando estás de Erasmus, o pseudo-Erasmus en mi caso, el tiempo pasa tan despacio que en un mes te han pasado más cosas que en un año digamos normal. Así por ejemplo, hace un mes tenía las maletas abiertas en una habitación hasta arriba de porquería donde ahora no me puedo quejar de limpieza y todo está medianamente ordenado. Mis compañeros de piso eran completos desconocidos formados por chinos, sudamericanos, turcos, italianas, un perro, y ahora me quedo "solo ante el peligro" con dos amantes del reggaetton porque para una italiana que nos quedaba se nos va a la Tacita de Plata a trabajar. 

Una ciudad donde tenía que salir siempre con mapa a la calle para no perderme ya no me parece tan difícil y desconocida como antes. Los camareros de bares que antes me veían como un cliente más ahora sonríen cuando me ven entrar y me preguntan "¿lo de siempre?". Milán, esa gran ciudad que me quedaba por conocer de Italia (como otras tantas, las cosas como son) me la conozco como la palma, especialmente para volver a la estación de tren por la mañana desde cualquier punto. Los profesores de la Universidad, aunque parezca mentira, poco a poco se van acordando de mi cara. (((Como se nota que este blog lo leen mis padres)))

Y sobre todo. Una ciudad que hace un mes no me decía nada ahora me inspira muchas cosas. De repente está llena de lugares, momentos y personas que en un mes se han ganado mi cariño. 

Así que señores, me deseo a mí mismo un Feliz Aniversario. Esta noche brindaré a la salud de todos los que me leáis y os alegréis. Salud. 


P.D: Os añado un vídeo que aunque no tenga nada que ver me ha gustado:




martes, 9 de octubre de 2012

Oktoberfest

Cerveza, gente...y pechos. TODO en cantidades industriales. Así resumiría yo el Oktoberfest. 

De Pavia salimos por la tarde, algunos ya cocidos (si se va al Oktoberfest se va bien, ir pa ná es tontería). Habernos convocado nos habían convocado a las 9, pero los organizadores son italianos, y entre unas cosas y otras nuestros buses no salen hasta las 00:30. AFIRMATIVO. Se libran porque nos dan desayuno, camiseta y cervezas. O eso voy pensando yo hasta que mi autobús se transforma en una maldita cámara frigorífica. Al menos la parte de arriba, porque en la de abajo se están asando. Mí no entender. "El cielo y el infierno están en ti" dijo Omar Khayyam. Un carajo, Omar, el cielo y el infierno están en mi bus y Jesús se ha colao con el aire acondicionado. 

El caso es que cuando llegamos por la mañana a München, por las ventanas de los buses vemos a los primeros alemanes vestidos para la ocasión y bebiendo. Y sólo son las 8 y media. Noooo pero en España nos gusta la fiesta y somos unos borrachos...JÍ PACO. Como donde fueres haz lo que vieres o eso me contó no sé quién, me bebo las dos latas de cerveza que nos han "regalado" y andamos hasta el recinto del Oktober. 

Feria de Sevilla, te han ganado. 

Aquello es más grande que la nave de Star Trek y, a diferencia de la Feria de Sevilla, está tó mezclao: cacharritos, puestos de comida, tirapichones y casetas. Bueno, casetas. Casetones diría yo. Cada una con una marca de cerveza diferente. 


Son apenas las 10 de la mañana y no hay ni puta gana de beberme más cerveza de momento, así que unos cuantos nos separamos y nos vamos al centro de la ciudad. Munich no es fea y se deja querer, especialmente porque hace muy buen tiempo, pero tampoco os voy a aburrir contándoos todo lo que vi y resumiré diciendo dos cosas: 

1) Fui a ver el Allianz Arena. Y justo jugaba el Bayern contra un equipucho de no se qué. 
2) Entramos en un parque donde había gente en pelotas, tal cual. 

Para ir calentando que ya era la hora de comer, nos pedimos una cerveza en uno de los puestos del estadio para amenizar la vuelta en metro. 

Mierda. Mierda mierda. Ya decía yo que nos habían recomendado que la visita a la ciudad la hiciéramos por la tarde. Y que cogiéramos sitio por la mañana en las "macrocasetas". Allí no es que haya más gente que en la guerra o que en la cola del INEM de España, ES QUE ME TIENEN ACOLAPSAO EL JODIDO RECINTO. No cabe nadie más. Literal. De repente el no haber hecho caso a los organizadores del viaje no me hace ninguna gracia, pero por fortuna conseguimos entrar en una de las casetas. Pequeña, ambiente típico bávaro, orquesta tocando música alemana. Y jarras de litro de cerveza. Grande. 


Cuando nos echan de esa caseta, no paramos de dar vueltas por el recinto buscando otra donde meternos. Luego dirán que la Feria de Sevilla es sibarita, privada y cara. Que se vayan a Munich a ver qué me cuentan cuando, si consiguen entrar en algún lado, van a pagar 10 euracos por una jarra de litro. Como pasa más de una hora y no es plan de inmolar a la gente esperando fuera y a la vez a la de dentro para que nos hagan sitio, decidimos salirnos del recinto a buscarnos la vida. 

Y vaya si la encontramos. Justo al lado, una caseta con jarras de litro un 30% más baratas. Deme 10. 

martes, 2 de octubre de 2012

La mia nuova città

Llevo aquí ya casi dos semanas y muchos seguís confundiendo "Pavia", la ciudad que me acoge durante este curso, con "Padova", también al norte pero justo en la otra parte alta de la bota. Para arreglarlo, voy a intentar contaros un poco sobre mi ciudad y sobre las impresiones que me da. 

Bicicletas. A diferencia de Siena, Pavia es una ciudad bastante llana y uno de los medios más elegidos por la gente para moverse es la bicicleta. CORRIJO. Elegida por los pobres de mierda que no pueden permitirse un piso en el centro como el mío y al estar lejos de todo y no tener dinero ni pa limusinas ni taxis como mucho, pues se tienen que conformar con contaminación 0 y ruedecita pa allá y pa acá. ¿Dónde están las buenas costumbres? ¿Y la gente der taco? ¿No estábamos en el norte de Italia donde son más ricos? LAMENTABLA. 

Piedras. Y en cantidades industriales. Si venís alguno a visitarme, os aviso: traeros calzado con suela dura. Las mariconadas de Converse y manoletinas o cosas así las podéis traer, pero atentos a las consecuencias. Aquí las calles del centro son todas de uso peatonal, con aceras pequeñas (a veces al mismo ras de la calzada), aunque sea un centro con tráfico abierto a todas las calles. ¿Entonces cómo conviven peatones, ciclistas, autobuses, coches, señoras mayores que vienen de la compra y motos? Pues la ley de la jungla, que se traduce en "ve por donde tú quieras hasta escuchar un pitido y si ves pasar toda la vida ante tus ojos más te vale haber sido bueno en ella...". 

Agua. Y no me refiero a la lluvia. Me explico. Aquí por ahora ha llovido poco y sigue haciendo suficiente buen tiempo como para aguantar durante el día en manga corta si hace sol y un chalequillo (no, señores de Despeñaperros pa'rriba, no me refiero a esos sin mangas) si no lo hace. Pero el agua se presenta en diversas formas geofísicotérmicas (claro, esa palabra existe, buscarla). Por un lado tenemos un río. Sí, abemus fiume, el río Ticino (sin premio) para ser más exactos, con varios puentes que lo cruzan entre ellos el más famoso de la ciudad, el Ponte Coperto (véase foto de mi blog). Por otro lado tenemos niebla. Y por ahora sólo ha dado ligeras señales alguna que otra noche, pero se dice se comenta que en invierno seremos todos atropellados por los ciclistas, buses, coches, señoras mayores que vienen aceleradas de la compra porque se pierden la novela y motos. En esa misma estación del año, se comenta que el agua se presentará en otros dos estados sólidos: nieve y hielo. Sí, el río llega a congelarse. Y sí, todos los Erasmus peligramos alguna noche como vayamos mu piripis. 

Monumentos. Aparte de las correspondientes italianas y el típico Duomo que si no lo tienes no te certifican para ser ciudad de la República de Italia, poco os puedo comentar porque estoy esperando a alguna visita para descubrir qué tiene porque me conozco el percal y luego acabo hasta los mismísimos de ver lo mismo 800 trillones de veces. 

Ambiente. Haberlo haylo. De día se ve una ciudad bastante activa por sus calles principales (Strada Nuova, que viene a ser como la Diagonal de Barcelona, me pilla al lado de casa y tiene de todo y siempre hay gente). De noche no la veo una ciudad insegura, estaríamos entre el Bronx y las Vegas (las de Sevilla). 

Fiesta. Si hay Erasmus, hay fiesta. Y si no la hay, tenemos Milán a 20 minutos en tren. Y si tampoco hay en Milán...mierda, eso es que ha habido un jodido Apocalipsis Zombie. 

Mi próximo relato depende de lo que se cueza esta semana: u sos cuento un poco sobre mi Universidad (uuuhhhh fueraaaaaa) u sos cuento un poco sobre el viaje al Oktoberfest que es probable que hagamos.